Diario de una historia

jueves, enero 26, 2012

Qué estamos haciendo

Quizás llegue a ser un poco duro con lo que voy a decir a continuación, de todas formas, poquísimas personas van a leer esto (me encanta el pesimismo que irradio)
He estado hablando antes con un colega sobre el tema Anonymous y me ha hecho preguntarme de verdad: ¿llegaremos a alguna revolución con un conjunto de personas que no tienen ningún líder ni idea establecida, si no que, al parecer, luchan mas al tun tun que con un plan preestablecido?
Es cierto que por una parte es una iniciativa bastante interesante en cuanto a chispa de revolución, en cuanto a ideal se trata. Anonymous se llama así y no tiene rostro simplemente con el fin de que las personas puedan integrarse de una forma más sencilla, de que cualquier pirado o no, sea parte de Anonymous, que cada uno pueda ser líder de su cuadrilla o parte de esta. Simplemente tras una máscara.
Me he llegado a cuestionar la utilidad de unos hackers informáticos que a fin de cuentas no han hecho nada importante, no han desmantelado ni controlado permanentemente una página web, quiero decir, el FBI sigue funcionando, el ministerio de defensa americano también y nosotros seguimos aquí, dándonos poco a poco cuenta de que con un ordenador y un programa se puede tirar abajo una página por exceso de visitas por segundo. Me ha comentado un amigo que tiraron una página al azar con diez ordenadores pero ¿y qué más?
No sucederá nada si tiramos una página web importante porque la volverán a poner, porque como juego está bien pero debería ir un poco más allá. debería ir a un comunicado televisado en donde se diga: tal día caen cuatro bombas en pleno centro de NY y os vamos a desmantelar la pagina desde donde procedéis a defenderos. O tal día nos cargaremos cualquier banco borrando todo el dinero virtual que se encuentre en él. No sé si se puede llegar a eso, pero las chiquilladas están bien como juego, ahora me gustaría ver el puñetazo que deje sin aliento durante al menos unos años.

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